World Triathlon

Cuando hablamos de triatlón, la edad es nada más que una cifra. Y cuando hablamos del estadounidense Bill Ziering, 86 es su cifra. Ziering fue Coronado Campeón Mundial de Categorías por Edades en Chicago, distancia estándar, categoría 85-89 masculina. Bill nos dice que le gusta nadar con amigos y permanecer activo al menos una vez por día, y comparte otras historias en nuestros miércoles de entrenamiento.

“Cumples 86 y la arena del reloj se va acabando, han desempolvado mi mecedora, pero voy a citar nuevamente a Winston Churchill, “Nunca, nunca te rindas” y a Vince Lombardi, “Nuestra medida es lo que hacemos con lo que tenemos,” – palabras sabias de Mr. Ziering.

¿Cuáles fueron tus comienzos en el triatlón?
Me inicié en este deporte hace 40 años. Con mi esposa comprobamos que el triatlón, emergente entonces, mejoraba y afianzaba nuestra relación, y desde ahí nunca lo dejé

Nunca fui un verdadero atleta. De niño, crecí en Brooklyn, cuando se formaban los equipos, era el último al que elegían. Pero mi amor por el deporte hizo que pudiera transformar mi ineptitud. Eso lo continué ya de adulto, en Fresno, CA. Cuando comenzaron los 80, el triatlón cobraba vida. Como doctor, pude apoyar eventos. Fue como si hubiera vuelta a nacer. Desempolvé la vieja Raleigh, conseguí un par de zapatillas y encontré, si se puede decir, mi brazada en la piscina.

¿Con cuánta frecuencia entrenas?
Hago un poco cada día.

¿Tu major consejo de entrenamiento?
Entreno teniendo en cuenta cómo me siento ese día, explorando el consejo que dan los expertos en sus columnas.

¿Cuál es tu motivación para competir?
Me motiva entrenar con otros atletas que lo hacen a conciencia. Pertenezco al Club Treadmill Triathlon Club, Los Kelp Krawlers (aguas abiertas), Fitness and Friendship (ciclismo) y recientemente me uní a Los Laundry Runners.   

Ejercicio favorito:
Aquí en el lugar donde nací, en Monterey, CA, Pacific Grove, adyacente a nuestro reconocido acuario, hay una bahía donde practicamos la natación en aguas abiertas.
Cada domingo, a las 11:30 AM exactas, cerca de 30 de nosotros nos metemos en las aguas de Lovers Point y nos dirigimos a la boya que está más o menos a media milla.
¡Somos Los Kelp Krawlers!

Lo que lo hace especial no es solamente el agua fría, nadamos entre nutrias, leones marinos, ocasionalmente vemos algún tiburón. Es realmente especial.

Sin embargo, debo decir que frecuentemente escucho que soy una fuerza que motiva a los demás, pero la verdad es que sin mis compañeros, a los 86 seguramente estaría tomando una siesta en mi hamaca la mayoría de los días